La Fisioterapia Dermatofuncional es el área responsable de la evaluación y tratamiento de trastornos físico-estético-funcionales resultantes de patologías o procedimientos quirúrgicos, que afectan directa o indirectamente a la integridad del sistema tegumentario. Tras unos años de estudio, se vio que las alteraciones de la piel (quemados, mastectomías, dermatosis, etc.) no solo tenían repercusiones a nivel estético, sino que también llevaban consigo una alteración funcional.
En el caso de las enfermedades dermatológicas y los problemas asociados con la estética del organismo , estos afectan significativamente a la autoestima del paciente y en la mayoría de los casos, el malestar y los efectos psicoemocionales son a menudo más graves que las alteraciones físicas causadas por la propia patología, interfiriendo negativamente en la calidad de vida del individuo.
La FISIOTERAPIA DERMATOFUNCIONAL es, por tanto, el tratamiento de fisioterapia en el sistema tegumentario (piel, cabello, uñas, tejido subcutáneo y glándulas). Trata la piel como un todo e intenta restaurar, no solo la estética, sino que va más allá buscando la reparación de la función y con ello la mejora del bienestar y calidad de vida de los pacientes.
La intervención de la FISIOTERAPIA DERMATOFUNCIONAL, hoy en día, se divide en dos grandes dimensiones: ESTÉTICA Y RESTAURADORA.
* La dimensión ESTÉTICA, se corresponde con aquello con lo que pretende acercar las variaciones de normalidad lo más cerca posible de lo concebido como un patrón de belleza, de una cultura en un momento dado, además de corregir los cambios evolutivos del tiempo, promoviendo un rejuvenecimiento visual.
* El aspecto RESTAURADOR, se compromete a reparar los tejidos y rehabilitar las funciones perdidas, debido generalmente a traumatismos y enfermedades.