Es una disciplina terapéutica basada en un conjunto de técnicas manuales y tratamientos no invasivos, que se emplean para tratar lesiones y aliviar molestias y dolores a través de la recuperación del equilibrio orgánico.
Principios básicos:
- Conocimiento de la anatomía y fisiología del cuerpo humano.
- Conocimiento de cómo intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad.
- Aplicación de técnicas de normalización de las funciones alteradas.